
El estiramiento ya forma parte de nuestra vida cotidiana en diversas situaciones, sea aquella estirada al despertar, al atrapar algún objeto en lo alto del armario o en el asiento trasero del coche, al cambiar una lámpara, al rascar el medio de la espalda, entre otras ocasiones.
La inactividad física así como lesiones y patologías pueden disminuir la amplitud de movimiento y consecuentemente la flexibilidad articular, provocando movimientos compensatorios de otros músculos o articulaciones y limitando la funcionalidad, sea de las actividades diarias o del desempeño deportivo.
En tales casos, se aplican ejercicios de estiramiento en Pilates para promover la extensibilidad muscular, reducir el riesgo de lesión y volver a rango normal de movimiento de la articulación, lo que es flexible y saludable.
Muchas personas confunden al Pilates como un método sólo para el estiramiento muscular. Pero el Pilates es mucho más que eso.
Es un método de condicionamiento físico y mental que, por medio de sus ejercicios de estiramiento y fortalecimiento muscular, promueve el equilibrio muscular, mejora la flexibilidad y alineación postural, mejorando la funcionalidad y rehabilitando lesiones.
Una parte importante del programa son los ejercicios de estiramiento de Pilates, y por esta razón es muy importante que sepa lo que ocurre con los músculos durante el estiramiento, su mecanismo de acción, y los beneficios que proporciona a nuestro cuerpo.
El estiramiento es un acto constante en nuestra vida.
Se puede definir como una técnica terapéutica utilizada para aumentar la extensibilidad de los tejidos blandos (músculos, tendones y tejidos conectivos), que contribuye a mantener y aumentar la flexibilidad.
A pesar de que a menudo se emplean como sinónimos, el estiramiento y la flexibilidad son componentes diferentes, pero íntimamente ligados pues la flexibilidad es una capacidad física desarrollada a través de la práctica regular del estiramiento.
El estiramiento puede ser caracterizado de acuerdo con la forma con que se ejecuta, pudiendo ser pasivo, activo, estático, dinámico, balístico, isométrico o facilitación neuromuscular proprioceptiva.
El estiramiento pasivo: El estiramiento muscular se mantiene en el rango máximo de movimiento de 10 a 30 segundos.
Estiramiento activo: mayor rango de movimiento voluntario, utilizando la fuerza del músculo antagonista y la relajación del músculo agonista.
El estiramiento estático: Una fuerza externa (instructor Pilates, la tira elástica , círculo , o incluso la fuerza de gravedad) se aplica a la parte del cuerpo para limitar el rango de movimiento, siendo la pupila pasiva, es decir, el músculo relajado .
Elongación dinámica: las oscilaciones de los miembros controlada para lograr el rango de límite de movimiento.
El estiramiento balístico: Esta técnica no ha sido empleada por el momento, muy alto riesgo de lesiones, sino que es el estiramiento muscular a través de movimientos repetitivos e intensos.
El estiramiento isométrico: Combinación de estiramiento pasivo asociado con la contracción isométrica. Es decir, consiste en un estiramiento pasivo + contracción isométrica (mantenida por algunos segundos) + relajación muscular. Proporciona mayores ganancias de flexibilidad cuando se compara con el método de estiramiento pasivo.
Facilitación Neuromuscular (PNF): Combinación de estática y estiramiento isométrico. Es decir, el estiramiento estático consiste en la contracción isométrica + resistencia contra la relajación + estiramiento estático.
Los ejercicios de estiramiento de Pilates se indican en casos de limitación de la amplitud de movimiento, acortaciones musculares, contracciones, deformidad esquelética que pueda afectar la simetría corporal y postural, tensión muscular y desequilibrios musculares.
Y son contraindicados en casos de limitación articular por bloqueos óseos, fracturas recientes, procesos infecciosos o inflamatorios agudos en los tejidos adyacentes, dolor agudo y hematoma grave.